Índice de contenidos
El mejillón, una joya abundante en el mar
Definición y características
Anatomía del mejillón
Con varias de sus especies muy apreciadas como comestibles y en el comercio, el mejillón, nombre que procede del portugués mexilhão, es un molusco lamelibranquio, esto es, un metazoo que tiene simetría bilateral, no siempre perfecta, tegumentos blandos y cuerpo no segmentado en los adultos. Su región cefálica es rudimentaria, y tiene branquias foliáceas y pie ventral en forma de hacha.
Descripción de la concha
Para proteger su cuerpo está revestido de una cubierta llamada concha, formada en su mayor parte por carbonato cálcico. Esta concha es bivalva, es decir, que consta de dos piezas llamadas valvas. Las valvas son movibles, simétricas, duras, convexas, casi triangulares, de color negro azulado por fuera, algo anacaradas por dentro. No todas las especies del molusco obedecen a esta descripción, aunque el mejillón común sí.
Longitud
El mejillón mide más o menos 4 a 8 centímetros de longitud; pero esa medida es inexacta y varía mucho entre las especies, mucho mayores algunas de ellas, como la Lithophaga, especie gigante cuya longitud puede llegar a los 15 centímetros.
Su aparición en la Tierra
Los mejillones más viejos proceden del período devónico, que es el cuarto período de la era paleozoica, abarca desde hace 408 millones de años hasta hace 360 millones de años y se caracteriza por la aparición de los anfibios, los peces de agua dulce y las formaciones de coral.
Longevidad
Los individuos de algunas especies de mejillones pueden llegar a ser muy viejos. Al igual que muchas otras especies de mejillones que viven en aguas relativamente frías, la especie Crenomytilus grayanus crece muy lentamente y se caracteriza por su longevidad. Se han encontrado individuos de esta especie que han vivido más de 126 años de edad.
Hábitat y modo de vida
El secreto de la fijación al sustrato
Hay mejillones de agua dulce, pero con frecuencia este molusco es marino. Vive asido a las rocas por medio de los filamentos del biso. El biso es una sustancia segregada por el mejillón a través de una glándula situada en el pie ventral. Al contacto del agua se endurece y toma la forma de filamentos mediante los cuales el molusco se fija a las rocas u otros cuerpos sumergidos. El pie ventral es una anatomía única y el biso es un producto singular en la naturaleza.
Habitante de todas la aguas
Las especies de mejillones se encuentran en todo el mundo, y en mayor abundancia en los mares más fríos, donde a menudo forman lechos ininterrumpidos en las costas rocosas de la zona intermareal y en la marea submarina poco profunda. Allí, adheridos al sustrato, tienden a formar colonias.
Otros viven enterrados en el sedimento, por completo o de manera parcial. Uno de los géneros, el Limnoperna fortunei, o mejillón dorado por el color de su concha, temible por su capacidad de reproducirse y obstruir conductos, habita ambientes salobres o de agua dulce.
Las especies del género Lithophaga no solo prefieren los mares más cálidos de todo el mundo, sino que además construyen su hábitat perforando las rocas o los corales vivos o muertos con una secreción de la glándula paleal. De ahí el nombre científico Lithophaga, que significa «comedor de piedra».
La especie Bathymodiolinae o mejillón de aguas profundas, ha penetrado las zonas abisales y vive en simbiosis con bacterias quimiosintéticas en manantiales hidrotermales y filtraciones frías, tales como las fuentes de metano. Otras especies viven en cavernas en las aguas más profundas del mar.
Alimentación
Los mejillones son filtradores, lo que significa que se alimentan al extraer partículas nutritivas errantes o suspendidas en el medio ambiente acuático. Por definición, este modo de alimentarse concierne solo a los animales acuáticos que, como el mejillón, cuentan para ello con adaptaciones o estructuras especializadas en su organismo. Se llaman filtradores porque “filtran” (es decir, dejan entrar en su organismo) el agua, la cual contiene el alimento; el agua sale y el alimento es apartado y retenido.
Este pequeño molusco que a veces no sobrepasa los cuatro centímetros de largo, puede llegar a filtrar entre cinco y ocho litros de agua por hora. Las partículas recolectadas y consumidas por los mejillones están constituidas por el conjunto de organismos animales y vegetales, generalmente diminutos o microscópicos, por ejemplo ciertas algas microscópicas, que flotan y son desplazados pasivamente en las aguas saladas o dulces habitadas por estos moluscos. A este alimento se llama fitoplancton.
Debido a esta manera de nutrirse, los mejillones forman parte del conjunto de organismos que desempeñan un papel importante en la clarificación del agua y, por lo tanto, se consideran ingenieros de ecosistemas.
Alerta por presencia de microplásticos en mejillones
Con la contaminación arropando los mares y los desechos acumulándose en todas partes, el fitoplancton puede venir acompañado de desechos plásticos. Los principales periódicos y otros medios de comunicación del mundo, incluyendo España, se han hecho eco de esa noticia.
Basta una ojeada en los buscadores de Internet para ver que los mejillones, como cientos de especies marinas, están siendo afectados por una dieta contaminada. En algunas especies el resultado es la muerte de sus individuos. En el caso de los mejillones hay estudios que confirman que su dieta pasa a los seres humanos al encontrarse partículas de plástico en el organismo de los moluscos desde el Ártico hasta las costas de China.
Clasificación
El nombre científico completo del mejillón es “Mytilidae Rafinesque, 1815”. Se abrevia Mytilidae. Lo de Rafinesque es en honor a su descubridor, el naturalista Constantine Samuel Rafinesque, por ser el primero en nombrar y describir al molusco en 1815.
En términos taxonómicos parece ser que la opinión más aceptada por la comunidad científica es que constituye una única familia de moluscos bivalvos del orden Mytilida con diversas especies y géneros. Una opinión divergente ha llegado a proponer una clasificación de hasta tres familias.
La taxonomía más difundida del mejillón, obtenida en el sitio Web del Registro Mundial de Especies Marinas y ampliada en el artículo de Wikipedia en español relativo a este molusco, es la siguiente:
• Reino: Animalia
• Subreino: Eumetazoa
• Superfilo: Protostomia
• Filo: Mollusca
• Clase: Bivalvia
• Subclase: Pteriomorphia
• Orden: Mytilida
• Superfamilia: Mytiloidea
• Familia: Mytilidae
El mejillón mediterráneo o Mytilus galloprovincialis
El mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) es una especie de mejillón que solo por electroforesis de alozima o estudios de biología molecular puede diferenciarse en forma confiable del mejillón común o Mytilus edulis y del mejillón del Pacífico o Mytilus trossulus, especies con las que guarda un gran parecido.
Su origen se rastreó en Sudáfrica, donde se introdujo en la década de 1970 como una especie invasora. Su área de distribución geográfica y hábitat original eran las zonas del Mediterráneo, el Mar Caspio y las aguas costeras de la Península Ibérica (en el País Vasco). Ahora también se encuentra en poblaciones cada vez más grandes en las costas de Chile y en gran parte del Pacífico Norte (Extremo Oriente ruso, China del Norte, Japón, Corea del Sur). También se encuentran poblaciones más pequeñas en Bretaña, en el sur de Inglaterra y en el suroeste de Irlanda.
El mejillón mediterráneo crece en temperaturas de agua ligeramente más cálidas que el mejillón común. Puede hallarse hasta a 50 metros de profundidad y soporta horas de sequedad al cerrar las valvas firmemente.
Mejillón chileno (Mytilus chilensis): una especie con muchos nombres
Mytilus chilensis es el nombre científico que a menudo se aplica a las especies nativas de mejillón azul que se encuentran en las costas de América del Sur. El malacólogo Alcide d’Orbigny fue el primero en describirlo en el siglo XIX y lo bautizó con el nombre de mejillón de Montevideo. De ahí que en la taxonomía de esta súper-familia de moluscos, esta especie reciba el nombre científico de Mytilus platensis d’Orbigny, 1842. En la literatura científica, esta especie ha sido llamada también, muchas veces, Mytilus edulis platensis por ser una subespecie del Mytilus edulis o mejillón azul; y, con mucha menos frecuencia, Southern Mytilus edulis.
Mejillón de Montevideo, mejillón chileno o mejillón azul chileno son varios nombres para la misma especie de mejillón azul originario de las costas de Chile, Argentina, Uruguay, las Islas Malvinas y las islas Kerguelen. Es de cultivo intensivo en Chile.
Mejillón atlántico o Mytilus edulis
El mejillón común o mejillón comestible (Mytilus edulis) es una de tres especies muy relacionadas del llamado grupo Mytilus edulis, junto con el mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) y el mejillón del Pacífico (Mytilus trossulus). Originalmente se limitaba a las aguas costeras del este del Atlántico norte, desde la antigua región francesa de Aquitania hasta el norte de Noruega, el mar Blanco y la isla de Spitsbergen. En el Atlántico norte occidental se encuentra en las inmediaciones de Maine. Desde Nueva Escocia hacia el norte ha sido reemplazado por el mejillón del Pacífico; sin embargo se ha detectado en el sur de Groenlandia e Islandia. Ha sido importado también en el Pacífico Norte para su cultivo.
Vive preferiblemente en el rango de mareas desde aguas poco profundas hasta unos 50 metros de profundidad. Se distribuye desde las costas rocosas hasta cerca de los estuarios.
El mejillón común puede formar poblaciones muy densas de hasta 2,000 individuos por metro cuadrado, y las hembras pueden liberar de 5 a 12 millones de huevos cada una hasta tres veces al año. En condiciones de frío, estos moluscos crecen muy lentamente, lo que no es raro en los mejillones en general, y pueden alcanzar una edad de más de 10 años. Sin embargo, son sexualmente maduros después de solo un año y medio a tres años desde su nacimiento.
El mejillón del Pacífico (Mytilus trossulus)
Es una de las especies de mejillón marino, comestible y de tamaño mediano. Es una de las tres especies muy similares del grupo Mytilus edulis. Las tres especies, sin embargo, mantienen su identidad genética a pesar de las hibridaciones ocasionales entre ellas. El mejillón del Pacífico está más adaptado a la baja salinidad y también se produce en el Mar Báltico. Por lo general es indistinguible del mejillón común a simple vista. Hasta la década de 1990 fue tenido como tal. Posiblemente en un tiempo lejano tuvieran la misma identidad. Los científicos conjeturan que ambas especies se separaron probablemente en el plioceno, esto es, entre cinco y dos millones de años atrás.
La especie se encuentra principalmente en la costa oeste de América del Norte, desde cerca de San Francisco hasta el Ártico, en el mar de Barents, en la costa este de Canadá, en el norte de Groenlandia y en el mar Báltico. Poblaciones más pequeñas pueden hallarse en la costa oeste de Escocia, Noruega occidental, el norte de Noruega, el mar Blanco e Islandia.
En el mar Blanco, el mejillón común y el del Pacífico aparecen juntos, aunque ecológicamente separados, pues el del Pacífico está más presente en los puertos. Además el mejillón del Pacífico prefiere los sustratos de algas, mientras que el mejillón común descansa más directamente sobre el sustrato. De igual manera, en Escocia y también en el mar Báltico y en otros lugares, el mejillón del Pacífico se limita a áreas de baja salinidad.
Mejillón cebra o Dreissena polymorpha
El mejillón itinerante o migratorio (Dreissena polymorpha), también llamado mejillón cebra, es uno de los pocos mejillones de agua dulce que experimenta una etapa larvaria de natación libre.
Alcanza una longitud de 2 a 4 centímetros con un ancho que puede llegar a los 2 centímetros, lo que no está lejos del tamaño del mejillón común. Las conchas son de color marrón oscuro a negro, atravesadas por rayas de color marrón claro.
Las primeras evidencias documentadas de mejillones cebra en Europa se remontan al mioceno (entre 24 y 5 millones de años atrás). Hasta el siglo XVIII, la población en Europa disminuía constantemente. Después se introdujo de nuevo, proveniente del Mar Negro, con el tráfico marítimo a través del río Danubio. Las conchas se adhieren a los cascos de los barcos o llegan como larvas a través del agua de lastre de estos. Desde entonces, se han producido varias olas de colonización con un número de individuos de hasta 100,000 por metro cuadrado.
Debido al tráfico marítimo mundial, el mejillón migratorio se ha extendido cada vez más en los grandes lagos de América del Norte desde la década de 1980. Debido a su fuerte efecto de filtro, la profundidad de la visión en el lago Erie se ha duplicado.
Es una especie muy competitiva, que se adhiere a plantas acuáticas y mejillones grandes. Esto conduce a su proliferación y a la alteración de la biodiversidad natural de los ecosistemas. Por lo tanto, es una forma de vida invasiva. Los patos, las aves acuáticas y sobre todo la carpa se benefician de esta nueva fuente de alimento.
Los mejillones cebra son particularmente adecuados como bioindicadores, porque están muy extendidos, tienen un estilo de vida sedentario y absorben los contaminantes directamente del agua, entre otras particularidades. Por eso pueden ser analizados para detectar y estudiar sustancias relevantes en el estudio de la calidad del medio ambiente.
Debate actual sobre la clasificación de los mejillones
En la actualidad, cuatro sistemas compiten en clasificar a la súper-familia Mytiloidea: Bieler & Mikkelsen (2006), Bouchet & Rocroi (2010), Carter et al. (2011) y el sistema contenido en el Registro Mundial de Especies Marinas. Se han publicado varios artículos científicos sobre subfamilias individuales.
Rüdiger Bieler & Paula M. Mikkelsen publicaron el artículo “Bivalvia, a look at the Branches” (Bivalvia, una mirada a las ramificaciones) en la Zoological Journal de la Linnean Society en Londres, 148(3): 223 – 235, noviembre de 2006. Allí revisan la literatura sobre el tema y presentan una clasificación revisada de las familias de bivalvos existentes (con subfamilias incluidas), con base en la información recopilada a partir de los últimos datos paleontológicos, morfológicos y moleculares. Los autores concluyen que los Mytilidae son la única familia de la súper-familia Mytiloidea, que a su vez es la única súper-familia dentro del orden Mytilida.
Philippe Bouchet & Jean-Pierre Rocroi fueron en 2010 los editores de un ensayo titulado Nomenclatura de las Familias de Bivalvos. Allí secundan las ideas de Bieler & Mikkelsen a tal punto que el trabajo reproduce la clasificación realizada por estos autores, aunque esta vez suscrita por R. Bieler, Joseph G. Carter & Eugene V. Coan. El ensayo se llama en inglés Nomenclator of Bivalve Families with a Classification of Bivalve Families, y fue publicado en la revista Malacologia 52(2):1-184, del Institute of Malacology en Chicago.
El Registro Mundial de Especies Marinas, fundado en 2008, con sede en Ostende, Bélgica, coincide con el sistema Bieler-Mikkelsen al establecer que existe una única familia dividida en varias subfamilias.
Carter et al. (2011) es un trabajo suscrito por 51 investigadores: A Synoptical Classification of the Bivalvia (Mollusca). Kansas University Paleontological Contributions, 4: 1-47, Lawrence, Kansas, USA, 2011. En contraste con los autores anteriores, este último artículo afirma que la súper-familia Mytiloidea se divide en tres familias: Crenellidae, Mytilidae y Septiferidae; mientras que en el sistema de Bouchet & Rocroi, Crenellidae y Septiferidae son subfamilias de la familia Mytilidae.
El sistema de Mytilidae sigue siendo objeto de investigación y todavía está sujeto a grandes incertidumbres. La mayoría de los géneros aún no se han asignado a ninguna subfamilia. En la evaluación de algunos taxones sigue habiendo desacuerdo. Como resultado, seguramente habrá muchos cambios en el sistema en un futuro cercano. Incluso los géneros exclusivamente fósiles aún no están completamente registrados.
Utilidad del mejillón en investigaciones biónicas
Los mejillones están sometidos a fuertes corrientes de agua. Para sobrevivir sin ser arrastrados utilizan el biso, que como pegamento es extremadamente resistente y eficaz. Además, en forma filamentosa, actúa a nivel submarino y se adhiere a casi cualquier superficie.
El biso es una proteína adhesiva, cuyo componente más importante es el aminoácido 3,4-dihidroxifenilalanina, abreviado «dopa», que es el mismo aminoácido derivado de la tirosina y precursor de la melanina, utilizado en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Bajo las condiciones que prevalecen en el agua, los grupos dopa reaccionan en varios pasos para formar una matriz polimérica, un sistema de macromoléculas altamente interconectado. Con la ayuda de este sistema y la estructura química de esta matriz polimérica, los mejillones pueden formar compuestos muy estables.
Este adhesivo es interesante para la investigación porque se adhiere muy bien en regiones húmedas y, por lo tanto, se puede usar bajo el agua o en otras regiones húmedas, por ejemplo, dentro de la boca. Debido a su propiedad de combinar sustancias orgánicas con inorgánicas, se puede utilizar en medicina dental o cirugía.
El negocio de los mejilloneros
Según el informe “GLOBEFISH: Análisis e información comercial en pesquerías”, publicado en 2017 en Internet por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el mundo se producen dos millones de toneladas de mejillones de cultivo cada año, de los que China cultiva la mitad; el resto se distribuye entre varios países, entre los que sobresalen España y Chile, con una producción de 230,000 toneladas cada uno. Los mercados nacionales se quedan con la mayor parte, y el diez por ciento de la producción ingresa al comercio internacional.
España y Estados Unidos son los mercados más importantes del mejillón chileno. Los mejillones españoles se exportan sobre todo a Francia, país donde el cultivo del mejillón de bouchot tiene sus temporadas bajas, pero el consumo no: en 2015 los franceses consumieron 43,500 toneladas de mejillones frescos.
En la Unión Europea, la producción de mejillones se realiza por dos métodos, que son el del cultivo en cuerda, como en España e Italia, y el cultivo sobre el fondo, utilizado en los países del norte, especialmente los Países Bajos.
El consumo de mejillones
Un plato sabroso
Tan asequibles como fáciles de cocinar, los mejillones sirven para preparar una variada y rica cantidad de platos. Muchas personas los prefieren por su rico sabor o por sus propiedades nutritivas, pues favorecen la salud y previenen enfermedades, además de tener un bajo contenido en grasas y ser ricos en proteínas. Pueden ser el ingrediente perfecto, principal o único en tapas, mariscadas o arroz marinero. Platos como mejillones al estilo gallego o a la marinera son muy populares y apreciados. En el ámbito gourmet también se cumplen las expectativas.
La diversidad de platos que incluyen mejillones es tan amplia que agota recetarios de cocina completos; las recetas se cuentan por miles sin que esto merme la constante creatividad de los cocineros. Basta pasar por la biblioteca o por la librería, o buscar en Internet, para descubrir todo un mundo de sabor protagonizado por el versátil molusco.
Propiedades nutritivas
El 23 de octubre del 2014, en el artículo “Los investigadores avalan las propiedades nutritivas y casi curativas del mejillón en lata”, el periódico español Faro de Vigo daba una información aprobada por todos: que los mejillones tienen un alto valor nutricional; que son fuentes naturales de compuestos bioactivos como las betaínas y los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, los cuales no se pierden al cocer al vapor, freír o esterilizar los moluscos destinados a conserva.
Los mejillones tienen un alto valor proteínico y un bajo contenido de grasas. Son fuentes de vitaminas como la riboflavina-B2, la folacina-B9 y la vitamina B12, y de sales minerales como el hierro, el fósforo y el zinc. Según los resultados de la investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, reseñados en el artículo, el consumo de cien gramos del molusco en conserva cubre el total de la cantidad necesaria de vitamina B12 y más del 50% de la de hierro.
El mejillón, decía el artículo, puede prevenir alteraciones en el metabolismo y enfermedades crónicas, y se estudia su posible efecto anticancerígeno y antimetastásico; ayuda a la fertilidad, la reproducción, el crecimiento de los tejidos maternos en las mujeres embarazadas, el desarrollo de los huesos en los niños y el desarrollo cognitivo.
Valor nutricional
Cualquier lata de mejillón en conserva ofrece datos sobre el valor nutricional de una cantidad estándar del producto escurrido. Cada porción de 100 gramos hace los siguientes aportes:
• Energía: 112 kilocalorías (Kcal) o 467 kilojulios (Kj),
• Proteínas: 16 gramos,
• Hidratos de carbono: 3 gramos,
• Grasas: 4 gramos.
La Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA) distingue entre el mejillón; el mejillón en conserva, al natural; el mejillón en escabeche, y el mejillón hervido. De acuerdo con esta base de datos, el mejillón, por cada 100 gramos de porción comestible, contiene 254 Kj (61 Kcal) de energía, 1.9 gramos de grasa, 10.8 gramos de proteína y 87.3 gramos de agua. Contiene al menos 13 tipos de grasa, entre ellos 12 tipos de ácidos grasos y una cantidad reducida de colesterol. También contiene cantidades variables de por lo menos 10 vitaminas. Además tiene minerales varios, hasta la cantidad de nueve.
El listado de información detallada del alimento, disponible en la BEDCA.
Precauciones al comer mejillón
El mejillón, como muchos alimentos, requiere precauciones en su preparación previo a ingerirlo. Principalmente se recomienda abstenerse de coger mejillón por cuenta propia para consumo cuando se desconoce el nivel de contaminación del ambiente en el que se ha criado, por causa de la posible presencia de toxinas. Comerlo crudo puede comportar riesgos, debido a la contaminación por virus como los norovirus o bacterias como la vibrio vulnificus.
Grupos de riesgo como las mujeres embarazadas, las personas mayores, las que sufren inmunodepresión o las que padecen patologías latentes como el cáncer, la diabetes, enfermedades hepáticas, infección por VIH, entre otras afecciones, corren riesgo, a veces letal, al ingerir mejillón u otros moluscos crudos.
Adicionalmente hay que cerciorarse de que las valvas se abran con la cocción. Lo contrario indica que el mejillón pudo haber muerto antes de cocinarlo y lo sensato es que sea descartado.